Isabel Cruz, Clara R. Lemaire, Gustavo D. Nauto y Florentina Z. Astete

La arqueología estudia las poblaciones humanas a través de sus restos materiales. La interacción entre los seres humanos y la fauna a lo largo de la historia es uno de los temas que siempre ha interesado a los arqueólogos. Por eso, entre los restos materiales que analizan se incluyen los vestigios de los animales que de alguna manera fueron de utilidad o de interés para los humanos en distintos lugares del mundo y en diferentes períodos. La zooarqueología es el estudio de los restos de animales (huesos, pelos, astas, cuero, cáscaras de huevos) incluidos en depósitos arqueológicos, que permite abordar la historia de la fauna en escalas temporales que usualmente no se consideran en las investigaciones biológicas o ecológicas. Las fuentes históricas son todos aquellos documentos escritos y gráficos (mapas, ilustraciones, fotos) que trasmiten información sobre los hechos del pasado. También pueden ser una herramienta importante para delinear la historia natural de una especie, aunque la extensión temporal que alcanzan no es tan amplia como la arqueológica. Como un ejemplo para entender estas diferencias, en la costa atlántica de la Patagonia la arqueología brinda información sobre los últimos siete mil años, mientras que las fuentes históricas se remiten a los cinco siglos de la colonización europea de la región.

Contacto: isabelzooarqueologia@gmail.com

Leer artículo completo