EDITORIAL N° 22
Nos encontramos frente al desafío que significa trabajar en la divulgación y difusión de las ciencias en tiempos de cambio. No es una tarea sencilla, en especial en este año complejo y duro en términos económicos, con una inflación que disparó costos y complicó las gestiones de financiación de muy diferentes proyectos como el de nuestra revista. En este contexto y para publicar este número tenemos que seguir sorteando el escollo que representa la deteriorada situación financiera de las universidades argentinas, como parte del escenario general de la educación pública, agravado a su vez por el recorte programado por el actual gobierno. En ese sentido, queremos manifestar el repudio al retroceso que significa el vaciamiento promovido desde el Estado, que afecta a las actividades científicas, académicas y técnicas del país. A pesar de la actual coyuntura, seguiremos haciendo el esfuerzo para continuar, desde nuestro pequeño espacio, difundiendo el trabajo de los científicos de nuestras universidades y para sostener la distribución gratuita de la revista en colegios públicos y bibliotecas populares, con lo que esto aporta en contextos de desigualdad. En sintonía con este espíritu de lucha es que el dossier de este número trata sobre un tema preocupante y relevante que es necesario debatir en todos los ámbitos, como es el de la violencia de género. En este caso es examinado por mujeres investigadoras que nos acercan su opinión desde el análisis del derecho, el aborto, los medios y las relaciones de poder-vulnerabilidad que se construyen alrededor de las economías petroleras en ciudades de la Patagonia. Las ciencias naturales nos trasladan en dos artículos desde lo infinitamente grande a lo minúsculo, contándonos una parte de la dinámica del universo a través de las explosiones estelares, al tiempo que nos permiten adentrarnos en el importante papel que juegan las arañas en los bosques andino-patagónicos. Desde otros aportes, antropólogos y etnobotánicos nos enseñan las costumbres culinarias en las culturas patagónicas precolombinas y el uso de plantas medicinales en los pueblos originarios. También conoceremos el funcionamiento de un jardín botánico de árboles, como herramienta de divulgación, investigación y educación. Además, entrevistamos a Eliana Navarro, quien lleva adelante la Editorial Municipal Bariloche, que promueve el valor de la palabra escrita apoyando a los escritores barilochenses. Como siempre, reseñamos y recomendamos algunos libros.
Con este número despedimos a dos amigas de la revista, Vicky y Amalia, que han accedido a sus jubilaciones. Les agradecemos su tiempo, su esfuerzo y su constante compromiso con el proyecto. Seguramente vamos a contar con ellas para festejar la salida de cada número.
A pesar de todas las dificultades mencionadas, no deseamos perder lo conquistado y por eso seguimos apostando al fascinante camino de difundir los saberes generados en nuestro ámbito de trabajo y estudio, como una forma de resistir a las políticas de achicamiento del sector científico, tecnológico y educativo que tanto cuesta construir y sostener.