EDITORIAL N° 20

EDITORIAL N° 20

A doce años del nacimiento de la revista Desde la Patagonia Difundiendo Saberes, llegamos al número 20. Cada número es un motivo para festejar, pero los números redondos tienen algo especial. Además, para los jugadores, el 20 es “la fiesta”, así que mejor aún.  La divulgación de las ciencias ha alcanzado un éxito sin precedentes en estos últimos años, a través de políticas de Estado que han favorecido su desarrollo y crecimiento. La ciencia está hoy más que nunca al alcance de quien la quiera conocer a través de iniciativas como Tecnópolis, canales televisivos (Encuentro, TEC TV), programas especiales como Científicos Industria Argentina o Alterados por Pi del matemático Adrián Paenza, libros como la serie Ciencia que Ladra liderada por el biólogo Diego Golombeck, y muchas otras propuestas que florecen de distintos modos en distintas regiones del país.  Estas acciones, que ponen a la ciencia en los escaparates, no sólo provocan que la gente conozca curiosidades, aplicaciones y desafíos,  y lo que se hace en este aspecto en el país y en el mundo, sino que tienen la maravillosa virtud de despertar vocaciones científicas. Miles de jóvenes se interesan por la ciencia a través de lo que ven, lo que escuchan y lo que leen, a través de la comprensión de que la ciencia no es un lugar reservado para pocos. Además, esto tiene otro efecto interesante: alienta a los científicos a contar sus trabajos, a sentarse a pensar cómo explicarle a un público general en qué piensan, qué se preguntan, cómo buscan las respuestas, qué conclusiones sacan de sus estudios y qué nuevas preguntas generan sus resultados. Así, la divulgación científica es un punto de encuentro entre quienes hacen ciencia y quienes se interesan por ella, poniendo el conocimiento al alcance de la mayoría. Y el conocimiento es la base de la igualdad entre las personas que conforman una sociedad. Por eso, este es un momento de fiesta no sólo para Desde la Patagonia, sino para todos aquellos que trabajamos en la divulgación de la ciencia, tarea muchas veces relegada, quizás debido a que hasta hace no mucho tiempo no se daba a esta labor suficiente valor. Mantener la continuidad de nuestra revista es entonces para nosotros un doble desafío, y una apuesta a un futuro de mayor equidad.  En este número de nuestra revista hablamos de estrellas y galaxias, de murciélagos, de las mujeres en la ciencia, y de sueños. Los invitamos a compartir el resultado de esta tarea que es nuestra pasión.

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